En este mundo aséptico de individuos absortos, hay una creciente necesidad de despertar de nuevo sensibilidad y empatía. Provocar una chispa de amor por el medio natural que nos rodea, y del cual vivimos tan alejados.
Hay criaturas que poseen esa virtud, y el rebeco (Rupicapra pyrenaica), es una de ellas. La idiosincrasia de este peculiar bóvido, invita a soñar a nuestras mentes confinadas en cemento. Tan sólo con su observación, uno es contagiado de vida en su plenitud, de fascinación por el medio en el que vive, y de anhelo por un pasado ya tan lejano de contacto con la naturaleza.
Con este proyecto fotográfico pretendo mostrar un relato de la vida del rebeco, y despertar la imaginación y la sensibilidad del espectador a través de los días más duros del invierno en los Pirineos.
El proyecto “Las hijas del hielo” no es un manual de etología, si no un canto de amor por los animales y las montañas, con el que provocar la admiración de quien lo escuche.
He pasado cientos de horas observando y fotografiando para poder capturar algunos de los grandes momentos que se dan en la naturaleza en unas condiciones climáticas extremas.
Iñaki Larrea, 2020.